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Suecia: el váter, fuente de energía

Las aguas fecales se usan como combustible tras convertirlas en biogás. Un producto que es más barato que la gasolina y el diésel.

Goteborg (Suecia).  ¿Va a salir de viaje en coche? Acuérdese de ir antes al baño. Goteborg es uno más entre las docenas de municipios de Suecia que cuentan con instalaciones para transformar las aguas fecales en biogás para abastecer a miles de coches y autobuses.

Los coches movidos por biogás crearon una gran expectación cuando fueron introducidos a gran escala alrededor de una década. Las emisiones son prácticamente inodoras, el combustible es más barato que la gasolina y el diesel, y la idea de recuperar la energía de los residuos de los váteres era muy atractiva para la ecológica mentalidad sueca. “Cuando vas al baño por la mañana y piensas que puede salir algo bueno de esto, es normal que te atraiga la idea, es como una utopía”, dice Andreas Kask, un taxista de Goteborg. “Pero en la realidad no ha funcionado tan bien”.

Los conductores se quejan de que hay pocas estaciones de servicio y que los coches sólo tienen suficiente biogás para dos o tres horas de conducción. Algunos también dicen que los primeros modelos se comportaban mal en las cuestas empinadas, eran lentos en las mañanas frías y tenían poco espacio de maletero debido al voluminoso depósito de combustible. Las voces críticas también cuestionan la sostenibilidad de la tecnología porque algunos de los sistemas emplean tuberías que transportan el gas natural a los consumidores y mezclan los dos combustibles.

Hace dos años, Volvo, que es propiedad de Ford Motor, anunció que abandonaría la producción de coches de biogás y en su lugar se centraría en fabricar vehículos respetuosos con el medio ambiente de etanol mezclado con gasolina. “No hemos vendido suficientes coches”, dijo Maria Bohlin, portavoz de Volvo, refieriéndose a los modelos de biogás. “Podríamos considerar volver a fabricarlos otra vez, aunque no en este momento”.

Volvo tiró la toalla
Desde
que Volvo decidió dejar de utilizar la tecnología biogás, el etanol se ha introducido con más fuerza en el mercado sueco, a pesar de las críticas de que contribuye a la deforestación y a elevar los precios de los alimentos. En Goteborg se fabrica etanol con cereal y caña de azúcar. Y es un producto ligeramente más barato que el biogás, aunque los partidarios del biogás dicen que su combustible es muchos más eficiente por kilómetro.

Goran Varmby, un funcionario de Businesss Region Goteborg, una compañía sin ánimo de lucro que promueve el comercio y la industria en la región, ha dicho que esperaba que Volvo retomara la producción de coches de biogás. “Pero hay un montón de fuertes intereses detrás del etanol”, ha dicho Varmby, en alusión a las generosas subvenciones que reciben los productores de biocombustibles en Europa y Estados Unidos.

Químicamente, el biogás es tan natural como el gas de combustibles fósiles, pero su fabricación depende de un proceso en el que las bacterias se alimentan de los residuos fecales durante unas tres semanas en una cámara libre de oxígeno. El resultado es dos tercios de metano y un tercio de dióxido de carbono, así como un residuo rico en nutrientes que puede utilizarse como abono o material de construcción.

Una vez que el metano se purifica, se envía a través de la red de gasoductos de Goteborg a estaciones de servicio especializadas donde es presurizado para su venta. Un coche con un motor y depósito configurados para el gas natural comprimido puede emplear biogás.

Después de cada repostaje, se inyecta la cantidad correspondiente de biogás en la red de gas natural, señala Bo Ramberg, consejero delegado de FordonsGas, cuya sede está en Goteborg. Ciudad donde opera la mayor cadena de estaciones de biogás de Escandinavia.
La idea es que el gas comprado por los vehículos se reponga con el gas procedente de residuos orgánicos. Ramberg, ex ejecutivo de Volvo dejó la compañía hace una década para lanzar FordonsGas cuando descubrió la oportunidad de proporcionar la infraestructura necesaria para ofrecer biogás a los conductores. “Estamos intentando certificar las emisiones de todo el ciclo de vida de la producción y el uso del biogás”, afirma Ramberg.

“Pero ya estamos totalmente convencidos de que el biogás es el mejor combustible. Además, en cuanto a las bajas emisiones, no hay discusión sobre esto”, ha dicho.

Las mitad de Fordons GAs, pertenece a la compañía danesa Dong Energy. Empresa que obtiene un pequeño beneficio y que va a continuar invirtiendo en nuevas estaciones de servicio de biogás, dijo Ramberg.

Revitalizar el sector
Los partidarios del biogás reconocen que la decisión de Volvo de detener la producción de coches con este combustible ha asestado a la tecnología un severo golpe. En el sector afirman que las decisiones de Mercedes y Volkswagen de introducir nuevos modelos de biogás en Suecia este año, y las desgravaciones de impuestos para los conductores, podrían todavía revitalizar las ventas de coches y combustible.
El biogás como combustible de coches también está disponible en Suiza, Francia, Alemania y Austria, pero Suecia es el usuario líder en Europa, según Irmgard Herold un analista de New Energy Finance de Londres.

Mucha gente en Goteborg sigue siendo optimista sobre el vínculo virtuoso que han creado entre los residuos y el suministro seguro de energía.

Ola Fredriksson, ingeniero de Gryabb, la instalación de aguas residuales de Goteborg, afirma que una persona media produce cada año suficiente biogás para conducir 120 kilómetros. “Si el precio del petróleo sigue subiendo, y la gente está dispuesta a pagar más por la energía renovable, nuestra compañía estará interesada en producir más biogás”, dijo. “Tenemos capacidad para ello”.
 
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