El gas natural llega hasta la estación de servicio a través del gasoducto, donde generalmente se encuentra en presiones entre los 2 y los 16 bar.
Un compresor específico de GNC aspira el gas natural del gasoducto y lo eleva a una presión de 250 bar.
El GNC comprimido es enviado al almacenaje compuesto por un grupo de botellas de alta presión a 250 bar. Éste almacenaje es el que garantiza que la estación tenga una presión constante de combustible y que esté listo para ser comercializado.
Desde el conjunto de almacenaje el GNC se conduce por una canalización de alta presión hasta los dispensadores específicos.
Los dispensadores son los dispositivos con los que se abastece el GNC a los vehículos rápidamente y de manera similar a los de combustibles líquidos. Cada dispensador tiene dos mangueras flexibles de alta resistencia para poder cargar dos vehículos simultáneamente. Cada manguera posee su correspondiente sistema de medición. La conexión entre la manguera del surtidor y el pico de carga del vehículo se realiza por medio de un enchufe rápido de tipo normalizado en toda Europa. Se utilizan dos tipos. El denominado NGV1 es el que se utiliza para los vehículos ligeros y furgonetas. En los vehículos pesados se utiliza un enchufe similar pero de dimensiones algo mayores denominado NGV2.
Todos estos procesos son gestionados por un tablero principal de control, que determina el momento de compresión de GNC, controla la presión, el envío de gas del compresor al almacenaje y la utilización de los surtidores. Además de ésto, el tablero registra todos los datos de carga para el control de las ventas realizadas.